Visita al Monasterio de Maria de Jesus en Cecilia Palermo - Italia
Los restos de mi Guia San Benito de Palermo
Marlene Internacional Medium y Terapeuta del Alma
Rumbo a Italia y me dirigía a la Isla de Cecilia Palermo donde mi Guía San Benito de Palermo, habia vivido.
Me encontraba totalmente desorientada al llegar a la isla de Cicilia, salí del hotel y me dirigi sin rumbo a caminar, sentía hambre y decidí comer algo, cuando terminé, empezé a caminar, no había mucha gente por la plazuela; no sabía por dónde empezar y mi italiano no era tan bueno, así que en medio de la plaza levanté los ojos al Cielo y pedí ayuda para que alguien me guiara, tan pronto como termine de decir esto, cuando en frente mio, veo venir a un sacerdote de habito negro. Al verlo senti que el me daria orientación.
Senti alegría al acercarme a él y le pregunté si conocia como llegar al lugar donde se encontraba los restos de San Benito de Palermo; el sacerdote fue amable y me dijo cómo llegar al lugar me dio algunas señales de donde tomar un omnibus y finalmente dijo: “Cuidate” y siguio su camino.
Al dia siguiente me dirigía a tomar un omnibus que iba a ese lugar; el chofer muy buena persona me indicó hacia dónde dirigirme en el momento de llegar al citado lugar. Baje del omnibus en una gran avenida totalmente silenciosa. Esta avenida era amplia y tenia en ambos lados grandes árboles, caminé y llegué a la entrada de lo que parecía un cementerio y allí habia una capilla.
Al ingresar alli me senti insegura si estaria en el lugar correcto y pregunté a una mujer que se encontraba afuera de esa capilla y ella me dijo que sí, que era el lugar donde Benito estaba. Ingrese en el recinto de esa capilla, alli reinaba un gran silencio y lo primero que ví frente a la puerta: fue un féretro de vidrio. Allí dentro se veía un cuerpo de un hombre de color, con el hábito franciscano, me quedé muda y en silencio observaba aquellos restos; El rostro de Benito se veia como si la piel fuera de cera, alguien había recostruído la cara de Benito, pero sus manos y pies mostraban tan sólo sus huesos.
En la capilla había unas dos o tres personas, a las cuales les pedí que me tomaran unas fotografías junto al feretro de Benito. Luego de haberme tomado las fotos me acerqué a mirar, mas detenidamente aquellos restos. Toque el feretro de vidrio, mentalmente le pregunte:” Porqué me elegiste?, vengo desde tan lejos y soy nada importanate,” le decía, y de pronto rompí a llorar desconsoladamente, no sabía porqué lloraba, había dentro de mí, sentimientos extraños, sentimientos de agradecimiento y sentimientos de bendición sin merecerlo.
Y le agradecía, la dicha de haber podido verlo vivo! El vino a mostrarme mis vidas, a enseñarme el camino de mi vida espiritual. Una señora se acercaró a mí, tratando de ayudarme porque lloraba, sin importarme si alli habia alguien o no... esta señora, me hablaba pero no nos entendiamos, ni podia decirle nada! no podía decirle que Benito me visitaba o que era mi Guia.
No lo entenderia tampoco. Supongo que la pareja de la señora llamó a alguien, porque de pronto entraron otras personas, en la capilla, eran un grupo de jóvenes. Una mujer joven me tomo del brazo y me llevaron a una habitación.
Me encontraba totalmente desorientada al llegar a la isla de Cicilia, salí del hotel y me dirigi sin rumbo a caminar, sentía hambre y decidí comer algo, cuando terminé, empezé a caminar, no había mucha gente por la plazuela; no sabía por dónde empezar y mi italiano no era tan bueno, así que en medio de la plaza levanté los ojos al Cielo y pedí ayuda para que alguien me guiara, tan pronto como termine de decir esto, cuando en frente mio, veo venir a un sacerdote de habito negro. Al verlo senti que el me daria orientación.
Senti alegría al acercarme a él y le pregunté si conocia como llegar al lugar donde se encontraba los restos de San Benito de Palermo; el sacerdote fue amable y me dijo cómo llegar al lugar me dio algunas señales de donde tomar un omnibus y finalmente dijo: “Cuidate” y siguio su camino.
Al dia siguiente me dirigía a tomar un omnibus que iba a ese lugar; el chofer muy buena persona me indicó hacia dónde dirigirme en el momento de llegar al citado lugar. Baje del omnibus en una gran avenida totalmente silenciosa. Esta avenida era amplia y tenia en ambos lados grandes árboles, caminé y llegué a la entrada de lo que parecía un cementerio y allí habia una capilla.
Al ingresar alli me senti insegura si estaria en el lugar correcto y pregunté a una mujer que se encontraba afuera de esa capilla y ella me dijo que sí, que era el lugar donde Benito estaba. Ingrese en el recinto de esa capilla, alli reinaba un gran silencio y lo primero que ví frente a la puerta: fue un féretro de vidrio. Allí dentro se veía un cuerpo de un hombre de color, con el hábito franciscano, me quedé muda y en silencio observaba aquellos restos; El rostro de Benito se veia como si la piel fuera de cera, alguien había recostruído la cara de Benito, pero sus manos y pies mostraban tan sólo sus huesos.
En la capilla había unas dos o tres personas, a las cuales les pedí que me tomaran unas fotografías junto al feretro de Benito. Luego de haberme tomado las fotos me acerqué a mirar, mas detenidamente aquellos restos. Toque el feretro de vidrio, mentalmente le pregunte:” Porqué me elegiste?, vengo desde tan lejos y soy nada importanate,” le decía, y de pronto rompí a llorar desconsoladamente, no sabía porqué lloraba, había dentro de mí, sentimientos extraños, sentimientos de agradecimiento y sentimientos de bendición sin merecerlo.
Y le agradecía, la dicha de haber podido verlo vivo! El vino a mostrarme mis vidas, a enseñarme el camino de mi vida espiritual. Una señora se acercaró a mí, tratando de ayudarme porque lloraba, sin importarme si alli habia alguien o no... esta señora, me hablaba pero no nos entendiamos, ni podia decirle nada! no podía decirle que Benito me visitaba o que era mi Guia.
No lo entenderia tampoco. Supongo que la pareja de la señora llamó a alguien, porque de pronto entraron otras personas, en la capilla, eran un grupo de jóvenes. Una mujer joven me tomo del brazo y me llevaron a una habitación.
Esa habitacion donde me llevaron fue la celda donde San Benito, había vivido. Mi emoción era enorme, verme alli y mirar el habito que el habia usado! Las lagrimas seguian corriendo por mis mejillas, un joven me alcanzo un vaso con agua. En el grupo habia una mujer que era más adulta que los demas. Ella hablaba un poco Ingles, nos entendimos al conversar en dos idiomas; entendieron que yo podía conversar con su venerado santo y no podían creerlo, pero el corazón le decia que era cierto. Me pidieron que si podia ponerme en contacto con San Benito y les dije que sí. De pronto todo el grupo se arrodillo frente a mi, cerre los ojos y abrí mi corazón y sentí la presencia de Benito en la habitación y empece a escribir el mensaje que recibia, alcance el trozo de papel a la joven mujer.
Nos comunicabamos en tres idiomas: Español, Inglés e Italiano.
A los pocos minutos, entraba un sacerdote gordo franciscano, en la celda de Benito, este sacerdote hablaba perfectamente español. Me invito seguirlo, salimos del recinto de Benito. Me llevó a otro lugar del convento y nos sentamos a conversar, pero no fue una conversación; fue una acusación que me hacía, : "Tu no puedes hablar con el Santo Benito, estas hablando con el diablo, es el quien habla contigo” oh wooow esto no lo esperaba! el se sentia dueño de la verdad absoluta ! no creia en nada de lo que le decía, me sentí fustrada de tanta arrogancia!. y le dije que no deseaba hablar en sus términos y que me daba lástima de observar su poca fe y su mente estrecha. Me levanté y me despediíde él.
La mujer mayor del grupo, me ofreció llevarme a la estación del tren y en el camino me dijo: “ St Benito menciono a una mujer que esta en el grupo que le falta fe y va allí para ayudarse a creer en algo, esa persona soy yo”. Sonreí dulcemente al mirarla y movi la cabeza afirmando lo que me decia. Al llegar a la estación nos despedimos y me dijo que sentia mucho que ese sacerdote se hubiera portado mal conmigo.
Mi misión no había terminado, y tomaba un tren rumbo a Nápoles donde visitaría el lugar donde mi otro guia Benito Abad vivió. En el tren conoci a una pareja de italianos muy buenos los cuales se encargaron, de disuadirme de no bajar en esa ciudad por mi propia seguridad. Había probado que caminar sóla,los hombres son agradables pero..... no era muy aconsejable estar sola, asi que decidí seguir camino a Roma, Verona y otras ciudades de Italia. A mi regreso a Inglaterra me enteré que Benito de Abad no habia vivido en Nápoles sino en Nursia Italia!!. Porqué no investigue eso antes? sii lo hice pero no encontre informacion sobre Él.
Marlene
Nos comunicabamos en tres idiomas: Español, Inglés e Italiano.
A los pocos minutos, entraba un sacerdote gordo franciscano, en la celda de Benito, este sacerdote hablaba perfectamente español. Me invito seguirlo, salimos del recinto de Benito. Me llevó a otro lugar del convento y nos sentamos a conversar, pero no fue una conversación; fue una acusación que me hacía, : "Tu no puedes hablar con el Santo Benito, estas hablando con el diablo, es el quien habla contigo” oh wooow esto no lo esperaba! el se sentia dueño de la verdad absoluta ! no creia en nada de lo que le decía, me sentí fustrada de tanta arrogancia!. y le dije que no deseaba hablar en sus términos y que me daba lástima de observar su poca fe y su mente estrecha. Me levanté y me despediíde él.
La mujer mayor del grupo, me ofreció llevarme a la estación del tren y en el camino me dijo: “ St Benito menciono a una mujer que esta en el grupo que le falta fe y va allí para ayudarse a creer en algo, esa persona soy yo”. Sonreí dulcemente al mirarla y movi la cabeza afirmando lo que me decia. Al llegar a la estación nos despedimos y me dijo que sentia mucho que ese sacerdote se hubiera portado mal conmigo.
Mi misión no había terminado, y tomaba un tren rumbo a Nápoles donde visitaría el lugar donde mi otro guia Benito Abad vivió. En el tren conoci a una pareja de italianos muy buenos los cuales se encargaron, de disuadirme de no bajar en esa ciudad por mi propia seguridad. Había probado que caminar sóla,los hombres son agradables pero..... no era muy aconsejable estar sola, asi que decidí seguir camino a Roma, Verona y otras ciudades de Italia. A mi regreso a Inglaterra me enteré que Benito de Abad no habia vivido en Nápoles sino en Nursia Italia!!. Porqué no investigue eso antes? sii lo hice pero no encontre informacion sobre Él.
Marlene